Ella pidió un exprimido de naranja, él una Coca Light.
Ella le hablo de las pastas de su hijo, del sueño de la lencería
El de su encuentro con Charly, de su aburrido trabajo
Hablaron de la incomunicación, del chat, de los encuentros
Ella se sobresalto con el chico de la estampita, el la imaginó un poco prejuiciosa.
Callaron solo una milésima que pareció una eternidad.
El la acompaño a su auto, ella le dio un beso mientras sacaba las llaves.
Ambos se dijeron “nos llamamos”
Los dos sabían que estaban mintiendo.
Pero ya no importaba. El sol quemaba el asfalto.